En la escuela, el niño va formando gradualmente su carácter, su capacidad de reflexión y juicio, al tiempo en que amplían sus conocimientos. En los países más avanzados, la escolaridad es obligatoria y gratuita y, prácticamente, con igualdad de oportunidades para todos los escolares. Por desgracia, en otros muchos países, las escuelas no son suficientes ni accesibles para todos los niños, lo que incide directamente con la falta de trabajo y de oportunidades en la vida.
Sin duda alguna, la escuela, sea pública, privada o concertada, es el agente socializador dentro una sociedad. Funciona como un complemento a la educación familiar, que también es imprescindible, y sin que una supla la otra. En la escuela, los niños adquieren conocimientos académicos, culturales, sociales y conductuales. Conocimientos que, además, les acompañarán por toda su vida.